La cristalografía es la ciencia que se dedica al estudio de las estructuras de los cristales a nivel microscópico. En todas las investigaciones científicas, cuando se busca estudiar la estructura de sustancias líquidas, sólidas y gaseosas se requiere cristalizarlas, de allí la importancia de esta ciencia.
La cristalografía tiene aplicaciones en diversas disciplinas como electrónica, química, física, biología, medicina y mineralogía, por citar sólo algunas.
La electrónica, por ejemplo, nació a partir de los transistores fabricados con monocristales de silicio y germanio. Todas las computadoras tienen pequeños cristales indispensables para su funcionamiento.
A nivel mundial se producen grandes cantidades de cristales con pequeñas dimensiones para su aplicación en la electrónica. Crecer cristales es una necesidad de la técnica moderna.
Cristales de Naica
El Cimav cuenta con grupo de científicos enfocados al estudio de la Cristalografía y uno de sus proyectos principales está relacionado a la investigación de los cristales de Naica.
La mina de Naica se encuentra en el poblado del mismo nombre, en el municipio de Saucillo, Chihuahua. Esta mina de plomo, zinc y plata tiene cuevas con cristales gigantes a dos niveles: uno a 120 y otro a 300 metros bajo la superficie.
El mismo proceso geológico que intervino en la mineralización también influyó en la formación de las cuevas donde se encuentran los cristales de Naica (es un fenómeno denominado magma “plutónico”). Hace aproximadamente un millón de años comenzaron a formarse estos cristales compuestos por sulfato de calcio que, por sus características únicas, han despertado el interés de la comunidad científica internacional.
Los investigadores del Cimav tienen como objetivo estudiar la influencia del ambiente sobre los cristales de Naica para determinar cómo preservarlos.
Estos especialistas realizaron trabajos de investigación en la cueva que se encuentra a 120 metros de profundidad debido a que los cristales que allí se localizan presentan impurezas como oscurecimiento. El estudio estuvo enfocado en determinar si el cambio de color se debía a la presencia humana (debido a que esta zona estaba abierta al público en general) o a un proceso geológico.
Los resultados de las primeras investigaciones determinaron que la coloración oscura de los cristales se debe a un proceso natural donde influyó solamente el medio ambiente. Entender cómo se formaron estas impurezas también permite aprender acerca del crecimiento de los cristales.
Conocer el proceso de cómo crecen los cristales es parte de las investigaciones a nivel mundial para resolver, por ejemplo, problemas tecnológicos y de salud.