A nivel mundial se compite por encontrar materiales que sean más eficientes y económicos en el ámbito de la refrigeración magnética. Para el éxito de este trabajo, los especialistas del Cimav investigan las propiedades de unos óxidos denominados manganitas (a base de lantano-calcio-estroncio-magnesio y oxígeno).
Estos materiales tienen una alta capacidad de calentarse o enfriarse cuando se les aplica o quita un campo magnético respectivamente (por eso se les denomina magnetocalóricos). Además, tienen la ventaja de ser económicos, fáciles de fabricar y se puede ajustar su composición para diferentes rangos de enfriamiento.
Actualmente los investigadores se encuentran en la etapa de optimizar la microestructura, la estabilidad química, su resistencia a la fatiga durante muchos ciclos de refrigeración y comportamiento mecánico. Además están realizando las pruebas necesarias para evitar la toxicidad.
La mayoría de la comunidad científica está enfocada exclusivamente en el estudio de los materiales magnetocalóricos, sin embargo el Cimav va más allá y ha visualizado el proyecto en un concepto amplio ya que en conjunto con la empresa IDEA logró diseñar y construir un refrigerador magnético experimental.
El conocimiento generado en este proyecto también puede aplicarse en otros sistemas de enfriamiento como aire acondicionado para casas y automóviles.